Entrenamiento Deportivo
¿Qué entendemos como "entrenamiento deportivo"?
Actualmente el concepto “entrenamiento” se utiliza en la
lengua coloquial para los ámbitos más diversos y en un sentido muy
general. Martin considera el entrenamiento como un proceso que origina un cambio de
estado físico, motor, cognitivo, afectivo. Podemos definir el entrenamiento deportivo de muchas formas, dependiendo del
autor, Mora Vicente dice que el
entrenamiento deportivo es un proceso planificado y complejo que
organiza cargas de trabajo progresivamente crecientes destinadas a estimular
los procesos fisiológicos de supercompensación del organismo, favoreciendo el desarrollo de las
diferentes capacidades y cualidades físicas, con el objetivo de promover y
consolidar el rendimiento deportivo. Matveiev entiende por entrenamiento deportivo la preparación física, técnico‐táctica,
intelectual, psíquica y moral del deportista con la ayuda de ejercicios físicos.
Así, el entrenamiento deportivo en la escuela y el deporte de
participación tienen como objetivo la mejora planificada y selectiva de la
capacidad de rendimiento corporal, pero no se plantean, como lo hace el deporte
de élite. Conseguir el rendimiento máximo individual en un proceso a largo
plazo, determinado por regularidades estrictas. Desde la perspectiva de la
práctica deportiva, Carl recomienda
definir “el entrenamiento deportivo como un proceso de acciones complejas cuyo
propósito es incidir de forma planificada y objetiva sobre el estado de
rendimiento deportivo y sobre la capacidad de presentar de forma óptima los
rendimientos en situaciones de afirmación personal”.
Entrenador personal del deportista monitorizando el ejercicio |
Los entrenadores tienen la responsabilidad, especialmente con deportistas de
élite y de alto nivel, de implementar un proceso de entrenamiento que sea
coherente, planificado y adecuadamente monitorizado, en el cual esté siempre
presente la mejora y el bienestar del deportista mediante una cuidadosa
regulación de los factores de la carga de entrenamiento. Para llevar a cabo
el entrenamiento se necesita una carga o estímulo que permita que se produzcan
unas determinadas adaptaciones en el organismo, estas adaptaciones se
manifiestan en una mejora de la prestación deportiva, un resultado o en un
rendimiento en la competición, pero para que estas mejoras se produzcan es
necesario utilizar unos procedimientos, procesos y métodos adecuados y respetar
unas leyes o principios básicos que regulan el entrenamiento. Sin embargo, el
entrenamiento no debe verse solo desde el punto de vista de su ejecución, este
es un proceso global que abarca un conjunto de procesos individuales y de
medidas que de forma sistematizada y planificada, de acuerdo con las leyes de
evolución del rendimiento interactúan y dependen entre sí.
Proceso de Entrenamiento
Es poco probable que la práctica de
entrenamiento se cubra adecuadamente si solo se considera la monitorización de
los factores causales que se producen en un estado determinado de rendimiento
deportivo e ignoran la complejidad e interdependencia de los elementos del
proceso. Una descripción conceptual más completa del proceso de entrenamiento
ha sido descrita por Lyle (5), donde los conceptos claves del proceso se
identifican como: el conocimiento y las destrezas del entrenador, una base
de información, las capacidades del deportista, el análisis del rendimiento,
los mecanismos que regulan el proceso, la progresión sistematizada, la forma de
operar los mecanismos para regular el proceso, la determinación de objetivos,
la planificación, el programa de preparación, el programa de
competición y la individualización.
Algunos de estos conceptos claves son obviamente
pertinentes al entrenamiento per se. Pero existen sub‐procesos genéricos
sin los cuales el proceso de entrenamiento y la práctica de entrenamiento
llegarían a ser menos sistemáticos y menos controlados. Una interpretación
contextual de estos conceptos claves nos indica que la gestión del rendimiento
depende de la capacidad del entrenador para asegurar que la progresión
sistematizada se logre según la forma de operar los mecanismos para regular el
proceso. Lamentablemente, esto queda bastante lejos del proceso actual de la
práctica de entrenamiento, ya que son muchos los entrenadores que no operan de
forma sistematizada (Lyle, 1992), ignoran la planificación y la regulación, y
parecen trabajar más con tomas de decisiones intuitivas a corto plazo.
El modelo de proceso que presentamos aquí contempla
el ajuste a corto y largo plazo de todas las medidas necesarias para la
realización del entrenamiento con el objetivo de mejorar el rendimiento
(Grosser et al., 1988).
Las medidas individuales de este proceso están
relacionadas entre sí en una especie de proceso cíclico que se desarrolla en
cinco fases y que han sido readaptados para explicarlo sintéticamente así:
- PRIMERA FASE: Diagnóstico (análisis) del estado actual de rendimiento y
determinación de las etapas de entrenamiento.
- SEGUNDA FASE: Determinación de los objetivos y resultados estandarizados y
planificación del entrenamiento.
- TERCERA FASE: Realización del entrenamiento.
- CUARTA FASE: Control del entrenamiento y la competición.
- QUINTA FASE: Evaluación y comparación con resultados estandarizados y retroalimentación.